Retiro de parejas nivel Media, 27 de mayo de 2018

Parejas de la sección de Media durante la conferencia

El domingo 27 de mayo pasado se llevó a cabo el último Retiro de parejas de este año, dirigido a la sección de Media con el tema Hombre y Mujer, Dios los creó, a cargo del expositor salesiano Frank Suárez, quien con sus conocimientos y experiencia como asesor clínico de parejas nos brindó una interesante conferencia en torno al tema de pareja y familia en el siglo 21 y a las luces del Evangelio, desarrollada según la siguiente teoría:

El matrimonio en el siglo 21:  visión social  vs. vida en pareja desde el Evangelio.

¿Qué es una pareja sana y por qué se separan las parejas?

Una pareja sana e integrada es aquella que reconoce y respeta los derechos individuales y además las propias características de personalidad de cada uno, logrando mantener en equilibrio los tres elementos básicos: intimidad, pasión y compromiso.

La intimidad se refiere a la comunicación y confianza entre la pareja, al hecho de vivir integrados en una relación basada en el respeto y la valoración mutua. La falta de intimidad es la causa principal de la separación de las parejas.

La pasión alude a la sexualidad de la pareja. Muchas parejas logran mantener una relación con base en la sexualidad, más no disfrutan de intimidad al no haber comunicación asertiva ni valoración mutua. Por su parte, el compromiso se refiere al sostenimiento de la familia y la crianza de los hijos.

Momentos de taller analizando situaciones maritales y familiares planteadas en láminas.

Consejos relevantes

• Amar en libertad y no con miedos. Cuando nos casamos no podemos sentir que perdemos libertad. Por supuesto que el matrimonio, siendo uno de los ejercicios de libertad más transcendentales y profundos que puede tener un ser humano —te elijo por tus valores, por lo que  eres y significas para mi— tiene implicaciones e incluye la conversión de dos yo en un nosotros; pero también es para sentirnos plenos y felices, es el lugar donde podemos expresarnos como somos y ser aceptados con nuestras capacidades y limitaciones; en donde somos reconocidos y respetados por nuestro esposo/a en nuestros derechos como persona, manteniendo un vínculo de confianza, amistad y apoyo mutuo en la relación de pareja.

• Cuando queremos compartir realmente con nuestra pareja, debemos habilitar el espacio. No hay nada que nos impida hacer lo que hacíamos cuando novios, ahora que estamos casados. Es necesario y saludable mantener los detalles, halagos, caricias y demás expresiones de amor entre la pareja. El rol de padres es importante, pero es vital mantener viva nuestra intimidad como pareja.

• No se deben tomar decisiones en momentos de crisis. En los momentos de ira, la emoción arropa la razón y hay que tener mucho cuidado con lo que decimos, pues podemos hacerlo sin pensar previamente en lo dañinas que pueden ser nuestras palabras y así producir heridas profundas en la relación. Es muy común que en momentos de discordia marital hagamos inferencias arbitrarias, es decir, cada miembro de la pareja elabora juicios apresurados sobre lo que piensa el otro/a, llegando a conclusiones equivocadas, sin evidencias y dirigidas hacia lo negativo. Estas distancias provocadas por palabras, ideas y decisiones tomadas en momentos de ira van erosionando la relación de pareja.

• Aprender a comunicarnos asertivamente. Hay maneras de expresarnos y es necesario tomar conciencia de qué decimos y cómo lo decimos. La comunicación incluye la palabra hablada, escrita, los gestos, el volumen y el tono de voz. Por ejemplo, que tu esposo te lleve el desayuno a la cama y se olvide de los cubiertos y le respondas: “¿Acaso piensas que voy a comer con las manos?” Es mejor esta respuesta: “Gracias, amor. ¿Puedes traerme los cubiertos?”

• Humildad y tolerancia. Antes de casarnos necesitamos tener estas dos virtudes. Humildad porque no todo debe hacerse como a mi me gusta y aceptar que yo también me equivoco, y tolerancia porque el matrimonio es un barco que manejan dos personas con diferentes gustos,  comportamientos, maneras de pensar y sentir; pero el timón es compartido. Comprendiendo las diferencias, caminamos de manera equilibrada.

• A veces damos lo que no se nos está pidiendo. Podemos creer que lo que estamos ofreciendo a nuestra pareja es lo que quiere y podemos equivocarnos. Es necesario conversar pues muchas veces lo que más necesitamos es tiempo, afecto, respeto, dedicación. Lo material no llena el vacío.

• Solicitar mediante peticiones y deseos en vez de reclamos y demandas. La ironía, el sarcasmo, la manipulación y el chantaje son inadecuadas formas de comunicación porque provocan heridas. Podemos aprender a expresarnos sin herirnos, que el objetivo de la comunicación sea ganar-ganar, es decir, que gane la relación sin importar cuál idea o decisión se adopte.
• ¿Cuándo hablar? 1. Si es necesario / 2. Si es importante / 3. Si es beneficioso.
• Palabras equivocadas: siempre y nunca. Por ejemplo: Siempre haces lo que no tiene sentido. Nunca puedes hacerlo bien.

Además, con base en su experiencia como sexólogo y orientador, Frank Suárez nos brindó valiosas sugerencias para mejorar algunos aspectos que descuidamos como pareja cuando cumplimos el rol de padres, y también nos expuso las fases del encuentro sexual en pareja: precoito, coito y postcoito. Limitarnos al coito nos deshumaniza y también a nuestra pareja. Es necesario incluir los detalles previos al encuentro sexual (mensajes, llamadas, flores, caricias, etc.) porque para las mujeres el coito puede llegar incluso a ser desagradable si no hay precoito.

Asimismo, es fundamental entender que mujeres y hombres somos diferentes en cuanto al tiempo que necesitamos para sentir deseo sexual. Comprender esta diferencia es vital para que la vida sexual de la pareja alcance plenitud. Luego del encuentro sexual es importante compartir/expresar ternura para conectarnos como pareja.

Por último, no debemos olvidar que la presencia de Dios es lo que nos sostiene cuando sentimos que no hay más que hacer. Y en estos casos, es necesario buscar ayuda idónea.

Equipos de trabajo

Equipos de trabajo

Equipos de trabajo

Compartir e integración

Por motivo de viaje vendo a mi pareja: un taller para reconocer las virtudes de mi pareja.

Se realizaron diversos talleres de autoconocimiento y reconocimiento de las virtudes de la pareja con el propósito de favorecer la comunicación, aceptarnos tal como somos, construir una relación de pareja donde se viva en armonía y así renovar el amor en un matrimonio bendecido y pleno. Al final de la jornada tuvo lugar una hermosa integración de pareja en la que cada una revivió la gracia y el amor que los une en el santificado vínculo del matrimonio.

Integración de pareja

Como cierre celebramos la Eucaristía, presidida por el Padre Manuel Guerra, SDB. Una vez más, damos las gracias al equipo de Escuela de Padres por el apoyo al éxito de todas estas jornadas de aprendizaje y crecimiento en pro de nuestras familias. Les invitamos a compartir el programa de la Pastoral de Familia porque Don Bosco, al recibir a nuestros hijos en su casa, nos recibe a todos con los brazos abiertos #SomosFamilia

Celebración de la Eucaristía

¡Bendiciones!

Que la gracia de Dios santifique nuestra vida matrimonial

#60AñosContigo